La gente está tonta I

Siempre he creído que la religión en la actualidad es un peligro, puesto que ofrece pautas morales y de comportamiento... si bien pueden en algún modo catalogarse de socialmente correctas (creo que el término ya me produce prúrito), no causa sino estupor el hecho de que haya gente que no tenga unas propias y tenga que acudir a esa moral prefabricada...y luego pasa lo que pasa:

http://www.diariodeleon.es/inicio/noticia.jsp?CAT=113&TEXTO=100000036687

También es verdad que la Iglesia poco puede hacer de tener a chiflados entre sus, digamos, fans, del mismo modo que la peli de superman no tiene la culpa de que un chiflado se tire por la ventana a modo de sucinto superhéroe...lo que quiero decir es que cuando uno es tonto, la motivación puede venir de cualquier lado.

Un hombre de unos 30 años de edad se cortó el pene y lo tiró al retrete la pasada madrugada, argumentando que «no quería pecar más», según publica hoy La Gaceta de Salamanca.

Vamos a ver, eso de pecar no sabemos si se refiere a la autoconcupiscencia o al pecado "asistido", pero coño, el primero aún se controla (si quieres...) ;es como el tabaco, si lo quieres lo dejas...cortando por lo sano, (pero no literalmente joer!). Si el pecado es el acceso carnal, casi le voy llevando un cuchillo afilado, que se debió de dejar las pelotas sin cortar...con lo difícil que está la cosa!¿Y para qué lo tiró al retrete? aquí es cuando como ejemplar masculino hago el chiste fácil de "yo hubiera atascado la cañería general". En fin.

Los hechos se produjeron en el domicilio del hombre en el salmantino barrio de San Bernardo, al provocarse el corte con un utensilio cortante.

Todo un alivio saber que lo hiciese con un utensilio cortante...el hecho de cortarse con un utensilio romo me produciría escalofríos, joer, qué mal rollo imaginárselo con el borde de un plato, una tarjeta de crédito, enganchándola en el ascensor o atándosela a una cuerda y atar del otro estremo un jabalí nervioso...o una bandada de pájaros silvestres a modo Saint-Exuperiano


Este periódico recoge la posibilidad de problemas psicológicos puntuales que le llevaron a la automutilación.

No es que este humilde servidor esté versado en el noble arte de la psicología, pero aplaudo el diagnóstico que ha hecho del desgraciado autoemasculado, aunque nunca se sabe, siempre podría ser un seguidor del culto cibelino...las motivaciones para algunas personas ya sabemos que pueden ser muy peregrinas.